En 1997, José Antonio Villaverde fundó en Zaragoza junto a su familia –su esposa, Mari Carmen; sus dos hijos, Sonia y Enrique; y su yerno Juan– la compañía Megablok. Tras más de dos décadas dedicados a la producción y comercialización de taquillas, consignas, armarios y departamentos individuales, próximamente, Enrique Villaverde recogerá el testigo de su padre asumiendo la gerencia. Un proceso que afronta con "mucha ilusión y confianza".
¿Qué han supuesto estos últimos meses para su actividad?
Tras la declaración del estado de alarma, tuvimos que paralizar la fabricación de pedidos y reinventarnos diseñando nuevos productos para dar servicio a hospitales y empresas de primera necesidad, lo que permitió que no parásemos la actividad. Los peores meses fueron marzo y abril. A partir de mayo fuimos recuperando poco a poco la actividad hasta niveles del año anterior.
¿Cómo se adapta a la nueva normalidad una empresa con vocación internacional?
En este momento tan complejo, es importante conocer muy bien el sector. Es necesario escuchar al cliente, investigar y desarrollar productos que se adapten a las nuevas necesidades, que aporten valor. Sobre todo, haciendo uso de las nuevas tecnologías, adaptándonos a la nueva forma de interactuar con los clientes y proveedores: más comunicación a través de las plataformas web y redes sociales.
Y la actividad comercial, ¿cómo se reinventa?
Los viajes se han restringido a lo mínimo e indispensable y se han fomentado las videollamadas buscando la cercanía con el cliente.
Como empresa familiar, ¿ha sido más complicado o más sencillo gestionar una situación como la vivida desde marzo?
Más sencillo, ya que permite una mayor agilidad en la toma de decisiones y en su implementación.
Pronto tomará el relevo como gerente, ¿cómo va a afrontar Megablok esta nueva etapa?
Con mucha ilusión y confianza en la superación de los retos que se nos presenten, con ganas de crecer como empresa. Junto a la familia, trabajadores, clientes, colaboradores y proveedores, ya que gracias a todos ellos hemos llegado a ser marca referente en nuestro sector a nivel nacional. Con una clara apuesta por la internacionalización y el desarrollo de nuevas soluciones de equipamiento adaptadas a las necesidades de cada cliente, creando espacios para cuidar de las personas.
¿Qué lección les ha dejado el año 2020?
Lo que hemos aprendido de 2020 es que cada día hay que estar más preparado para intentar superar cualquier tipo de adversidad, por difícil que sea prever todas las situaciones; que existe otra forma de trabajar, muy diferente a la que estábamos acostumbrados hasta este momento, y que muchas de estas nuevas formas –como las videollamadas, ‘webinars’, etc.– han venido para quedarse, y son una herramienta eficaz que ahorra tiempo y dinero.
¿Y qué deseo le pide a 2021?
Lo primero de todo sin duda es que se termine definitivamente con el virus y todos podamos volver a nuestras vidas tal y como eran antes de la pandemia. Segundo, pediría una progresiva recuperación económica general, sobre todo para los sectores más damnificados.